¿María no quita ni añade?

¡Eso no es lo que dice el pueblo fiel!

Por Samuel Mantilla – ¿María no quita ni añade? ¡Eso no es lo que dice el pueblo fiel!

El Samuel’s Newsletterestá dedicado a tratar temas relacionados con los estándares internacionales (contabilidad, control interno, auditoría, aseguramiento). Analiza y opina acerca de contadores y auditores, pero su audiencia principal no son contadores, ni auditores, ni colombianos.

A raíz de la publicación de Mater Populi Fidelis [La Madre del pueblo fiel], un documento del Vaticano, unos amigos conocedores de mi licenciatura en teología me pidieron opinara sobre esa nota doctrinal. Accedí a hacerlo y aquí tienen mis opiniones sobre ello, dejando claro que no soy ni buena persona, ni buen católico, ni buen cristiano. Como tampoco soy un buen contador. Como se trata de opiniones, cada uno puede tomar lo que considere y desechar lo demás.

Mater Populi Fidelis

El pasado 7 de octubre de 2025 el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, cuyo prefecto es el Cardenal Víctor Manuel Fernández, publicó Mater Populi Fidelis [La Madre del pueblo fiel], una nota doctrinal sobre algunos títulos marianos referidos a la cooperación de María en la obra de la salvación. Tiene aprobación y orden de publicación emitidas por el Papa León XIV.

Señala que:

“El texto, al mismo tiempo que clarifica en qué sentido son aceptables, o no, algunos títulos y expresiones que se refieren a María, se propone profundizar en los adecuados fundamentos de la devoción mariana precisando el lugar de María en su relación con los creyentes, a la luz del Misterio de Cristo como único Mediador y Redentor. Esto implica una profunda fidelidad a la identidad católica y, al mismo tiempo, un particular esfuerzo ecuménico.” [Presentación].

Lo de la profunda fidelidad a la identidad católica es bastante discutible dado que elimina muchos siglos de tradición católica ampliamente consolidada. Es ecuménico en cuanto pretende, y logra, incorporar los valores más arraigados de las principales corrientes protestantes, en detrimento de la identidad propiamente católica. En todo caso, carece de la profundidad que anuncia y saca conclusiones sin saberse de dónde provienen.

Como algunos señalan, hace parte de la corriente sinodal que busca que la iglesia católica se convierta en iglesia protestante (decisiones de los fieles y no de la jerarquía eclesiástica; diaconados femeninos; mujeres sacerdotisas, eliminación de los sacramentos – incluye la Misa Tradicional – incorporación de las prácticas LGTB sin conversión y, por supuesto, reducción del papel de María en la obra de la salvación).

Mi opinión es que es una ‘nota doctrinal’ que:

  • Busca congraciarse con los protestantes, y avanzar en la línea de la sinodalidad alemana, lo cual logra.
  • Potencia (empodera) el progresismo que se ha tomado las jerarquías católicas contemporáneas.
  • Solo consigue que los católicos (‘el pueblo fiel’) se enojen con el Vaticano y se afiancen las arraigadas devociones marianas.

Títulos que acepta

Con clara orientación protestante, bajo el título de ‘La cooperación de María en la obra de la salvación’, recoge los títulos bíblicos que los protestantes aceptan: Mujer, Madre, María de Nazareth, la madre de mi Señor, Bendita tu entre las mujeres, Feliz.

También recoge los títulos más arraigados en la tradición católica: maternidad divina de María [Madre de Dios], virginidad perpetua, cooperadora, virgen-madre.

Sin embargo, deja claro que:

  • María no es objeto de un culto que viene colocado junto a Cristo, sino que se inserta en el misterio de Cristo a través de la Encarnación.
  • La cooperación de la Madre con el Hijo en la obra de la salvación ha sido expuesta por el Magisterio de la Iglesia.
  • Desde esta especial condición de “primera redimida” por Cristo, de “primera transformada” por el Espíritu Santo, es como María puede cooperar más intensa y profundamente con Cristo y con el Espíritu, convirtiéndose en prototipo, modelo y ejemplo de lo que Dios quiere realizar en cada persona redimida.

Estas precisiones, entiendo, se hacen para resaltar lo que los protestantes normalmente aceptan y reiteran.

Los problemas

Las primeras reacciones contra el documento se han debido a que rechaza los títulos de corredentora y mediadora, haciéndolo con argumentos parcialmente bíblicos e históricos, pero dejando bien claro que:

  • “Teniendo en cuenta la necesidad de explicar el papel subordinado de María a Cristo en la obra de la Redención, es siempre inoportuno el uso del título de Corredentora para definir la cooperación de María. Este título corre el riesgo de oscurecer la única mediación salvífica de Cristo y, por tanto, puede generar confusión y un desequilibrio en la armonía de verdades de la fe cristiana porque ‘no hay salvación en ningún otro, pues bajo el cielo no se ha dado otro nombre por el que debamos salvarnos’”. [Par. 22] (Las negrillas no son del original).

Este párrafo es quizás el que más polémica ha desatado. Observe el lector que se refiere a ‘armonía de verdades de la fe cristiana’, no de la fe católica. Ello, porque prefiere renunciar a las verdades católicas a fin de que los protestantes no se molesten. Fíjese que es la clásica reacción que exige el progresismo.

  • “Ante tal claridad en la Palabra revelada, se requiere una especial prudencia en la aplicación de esta expresión, ‘Mediadora’, a María. Frente a una tendencia a ampliar los alcances de la cooperación de María a partir de este término, es conveniente precisar tanto su valioso alcance como sus límites” [Par. 24] (Las negrillas no son del original].

Si bien las reacciones ‘en contra’ del documento se han centrado en lo relacionado con Corredentora, lo que tiene que ver con Mediadora tiene consecuencias de mayor fondo. La interpretación que hace el documento sirve a dos fines:

  • Complacer a los protestantes en cuando a que el único mediador y salvador es Jesucristo; y
  • Eliminar la escala jerárquica que implica la ‘mediación’ y así dar un impulso más al enfoque de sinodalidad que busca que las decisiones (de doctrina y organización de la Iglesia) sean tomadas por ‘el pueblo’ (las organizaciones locales) y no por las ‘jerarquías’ (Primado del Papa y Colegiaturas).
  • “Por eso es necesario recordar siempre, y no oscurecer, la convicción cristiana que ‘debe ser firmemente creída, como dato perenne de la fe de la Iglesia, la proclamación de Jesucristo, Hijo de Dios, Señor y único salvador, que en su evento de encarnación, muerte y resurrección ha llevado a cumplimiento la historia de la salvación, que tiene en Él su plenitud y su centro’”. [Par. 27] (Las negrillas no son del original).

Obsérvese en este parágrafo que se refiere a la convicción cristiana (no dice católica) y a la fe de la Iglesia (no dice Iglesia Católica). Claramente para complacer a los protestantes, renunciando a algo inherente a la fe católica tradicional.

  • “Es tan grande su valor para la Iglesia que los pastores deben evitar cualquier instrumentalización política de esta cercanía de la Madre. El Papa Francisco lo advirtió, en diversas ocasiones, y mostró su preocupación por ‘las propuestas de tinte ideológico-cultural de diverso signo que quieren apropiarse del encuentro de un pueblo con su madre’”. [Par. 44] (Las negrillas no son del original).

En otras palabras: ¡Ustedes no pueden hacer política, pero yo sí! Las advocaciones y apariciones marianas son ‘válidas’ si tienen la aprobación del Vaticano, pero de otra manera no.

Todas las culturas tienen una identidad mariana que le es propia, incluso con sus connotaciones políticas (tal y como el documento lo hace al final en una sección muy débil que le da el título al documento).

En Nazareth (Israel) hay una iglesia dedicada a la Virgen María que tiene unos pasillos exteriores repletos de cuadros con las distintas advocaciones marianas de cada país. Por Colombia está la Virgen de Chiquinquirá.

En los lugares más recónditos el pueblo fiel tiene sus propias expresiones marianas que le llevan a Jesucristo, así muchas veces las diferencias políticas (‘el tinte ideológico-cultural’) generen complicaciones. Pero, en todo caso, tiene bien claro que la ‘pacha mama’ no es la Virgen María.

No quita ni añade

El documento abunda en expresiones similares a las arriba citadas en la sección´Los problemas’, las cuales van en la dirección de congraciarse con los protestantes así ello sea en detrimento de María, de las devociones marianas y de la identidad católica más arraigada en el pueblo fiel.

Personalmente el parágrafo que más me impactó (por sus desaciertos) dice:

  • “Debemos entender la mediación de María no como un complemento para que Dios pueda obrar plenamente, con mayor riqueza y hermosura, sino ‘de tal manera que no se quite ni añada nada a la dignidad y a la eficacia de Cristo, único Mediador’. Al explicar la mediación de María se debe resaltar que Dios es el único Salvador, que aplica exclusivamente los méritos de Jesucristo, los únicos necesarios y completamente suficientes para nuestra justificación. María no reemplaza al Señor en algo que El no haga (no quita ni añade). Si en la comunicación de la gracia ella no añade nada a la mediación salvífica de Cristo, no debe pensarse en María como instrumento primario de esa donación”. [Par. 65c]. (Las negrillas no son del original).

Para que Dios pueda obrar plenamente:

  • ¿María, los Santos y la Iglesia misma son ‘estorbos’? ¿Le quitan riqueza y hermosura a Jesucristo?
  • Porque si solo se necesita a Jesucristo… Para qué el Padre. Para qué el Espíritu Santo. Para qué la Iglesia. Para qué los sacramentos…
  • Solo se requiere la relación directa con Jesucristo, tal y como lo afirman los protestantes.

Si bien el documento acierta poco y daña mucho, este parágrafo definitivamente acaba con todo.

El camino de la sinodalidad, y su progresismo inherente, darán pasos adicionales a los que debemos estar atentos:

  • Pretenden que se elimine por completo la Misa Tradicional y que la Sagrada Eucaristía se convierta en una comida de amigos fraternales.
  • Quieren prohibir rezar el Rosario (en público y en privado).
  • Buscarán se destruyan todas las imágenes religiosas de Cristo, María, Santos (en público y en privado).

Por fortuna, la Virgen María continúa intercediendo por nosotros y nos ayuda. Por eso podemos decir con confianza Ruega por nosotros, pecadores.

No le pido a la Virgen que me haga bueno, le pido que yo no me vuelva protestante, ni sinodal, ni progresista.

Deja un comentario