Más sobre la calidad de las auditorías

[JOHN HUGHES] Tanto como el Audit Reform Lab como la nueva iniciativa de los Estados Unidos se centran en las deficiencias de la educación actual y del modelo de calificación, si bien me parece importante enfatizar que permitir mayor diversidad y flexibilidad de rutas para volverse un contador no debe leerse como hacerlo “más fácil”, porque los elementos de la contabilidad y de la presentación de reportes financieros en realidad no se están volviendo más fáciles.

Parte de la respuesta seguramente debe residir, tal y como es señalado por el Lab, en retirar lo que ellos denominan los aspectos más arcanos o de marcar casillas de auditoría, pero si ese es el caso, entonces tenemos que suprimir nuestra indignación colectiva (sea real o profesada) cuando auditores y empresas se quedan atrapados en asuntos menores.

Imagino que la auditoría continuará siendo una disciplina principalmente humana, más que una orientada-por-IA, y sin embargo ello depende de valorar y elevar y recompensar los aspectos que son necesaria o al menos preferiblemente humanos.

La calidad de las auditorías

[JOHN HUGHES] Hasta tanto que la cultura de la auditoría sea reformada y esté en funcionamiento un regulador nuevo y más efectivo, los socios de las firmas de auditoría seguirán cosechando enormes recompensas financieras, a pesar de los continuos fracasos de las auditorías que dañan la confianza de los negocios y nuestra economía en general.

Si bien los auditores están requeridos a incluir una alarma de empresa en marcha si consideran que hay un riesgo de que la compañía puede ir a bancarrota, más que hacer una predicción de que así será, parece que en la práctica no lo están haciendo, por lo menos en la forma y oportunidad debidas.