Más sobre la calidad de las auditorías

[JOHN HUGHES] Tanto como el Audit Reform Lab como la nueva iniciativa de los Estados Unidos se centran en las deficiencias de la educación actual y del modelo de calificación, si bien me parece importante enfatizar que permitir mayor diversidad y flexibilidad de rutas para volverse un contador no debe leerse como hacerlo “más fácil”, porque los elementos de la contabilidad y de la presentación de reportes financieros en realidad no se están volviendo más fáciles.

Parte de la respuesta seguramente debe residir, tal y como es señalado por el Lab, en retirar lo que ellos denominan los aspectos más arcanos o de marcar casillas de auditoría, pero si ese es el caso, entonces tenemos que suprimir nuestra indignación colectiva (sea real o profesada) cuando auditores y empresas se quedan atrapados en asuntos menores.

Imagino que la auditoría continuará siendo una disciplina principalmente humana, más que una orientada-por-IA, y sin embargo ello depende de valorar y elevar y recompensar los aspectos que son necesaria o al menos preferiblemente humanos.

La calidad de las auditorías

[JOHN HUGHES] Hasta tanto que la cultura de la auditoría sea reformada y esté en funcionamiento un regulador nuevo y más efectivo, los socios de las firmas de auditoría seguirán cosechando enormes recompensas financieras, a pesar de los continuos fracasos de las auditorías que dañan la confianza de los negocios y nuestra economía en general.

Si bien los auditores están requeridos a incluir una alarma de empresa en marcha si consideran que hay un riesgo de que la compañía puede ir a bancarrota, más que hacer una predicción de que así será, parece que en la práctica no lo están haciendo, por lo menos en la forma y oportunidad debidas.

¿Aseguramiento eficaz sin auditoría efectiva?

[SAMUEL MANTILLA] Con pocos días de diferencia fueron publicados dos documentos internacionales de alto valor, relacionados con el ejercicio profesional de los contadores.
El primero de ellos, la consulta que IAASB hace de su propuesta sobre el estándar internacional sobre aseguramiento de la sostenibilidad (ISSA 5000) que, dice, será para uso por parte de todos los profesionales del aseguramiento, aplicable a cualquier tema de sostenibilidad y que constituirá un hito.
El segundo, el reporte de la US-PCAOB sobre las observaciones derivadas de las inspecciones que realizó en el año 2022, que dejan ver deficiencias en la calidad de la auditoría de estados financieros, las cuales menoscaban la capacidad de los inversionistas para tomar decisiones informadas.
Surge la pregunta de si la profesión contable realmente está en capacidad de hacer un aseguramiento eficaz (de la sostenibilidad) sin hacer una auditoría efectiva (de los estados financieros). La respuesta ‘lógica’, pero no siempre acogida plenamente, es que incursionar en la sostenibilidad implica garantizar auditoría de calidad. Pero parece que en términos reales contadores y auditores no están dispuestos a ello.