Conectividad

[SAMUEL MANTILLA] El pasado 17 de diciembre de 2025 el European Financial Reporting Advisory Group (EFRAG) publicó un Documento para Discusión que tiene por título Connectivity of Financial and Sustainability Reporting [Conectividad de la presentación de reportes financieros y de sostenibilidad], para el cual recibirá comentarios hasta el 30 de junio de 2026.

Aborda una temática de mucha importancia tanto teórica como práctica, en un contexto donde las cosas no están fáciles: en la Unión Europea los estándares de reportes financieros son los que emite IASB, pero los de reportes de sostenibilidad no son los que emite la ISSB sino los suyos propios, esto es, los European Sustainability Reporting Standards (ESRS) que son las guías obligatorias según la Corporate Susteinability Reporting Directive (CSRD) y que el pasado 15 de diciembre de 2025 recibieron una simplificación importante al aprobarse las ombibus proposals que fueron publicadas en febrero de 2025.

Si bien Colombia no hace parte del ‘ecosistema EFRAG’, no tiene las puertas cerradas para aportar en lo relacionado con la conectividad de la presentación de reportes financieros y de sostenibilidad. Ojalá algún programa de contaduría del país se interesara por el tema y organizara un foro (u otro mecanismo) para analizar estas cosas y proponer soluciones concretas.

Reportes de sostenibilidad: ¿cumplimiento o presentación razonable?

[SAMUEL MANTILLA] La presentación de reportes de sostenibilidad (¿Declaraciones o Estados?) cada día está más enredada, tanto por decisiones políticas (de USA y de la EU que la han ralentizado) como por las debilidades técnicas contenidas en los requerimientos normativos.

Por los lados de los IFRS/NIIF, hay dificultades en la integración de la información contable y la de la sostenibilidad, habida cuenta que la sola materialidad financiera (requerida tanto por IASB como por ISSB) no satisface completamente dado que le falta lo relacionado con la materialidad del impacto, para completar la doble materialidad. Su concretarse en los Estándares de SASB (‘para satisfacer los requerimientos de industria’) ha implicado la actual revisión comprensiva de éstos, de una manera no muy convincente.

Por lo que se refiere a la Unión Europea, los requerimientos de la CSRD (Corporate Sustainability Reporting Directive) han enfrentado dificultades al concretarse en los ESRS (European Sustainability Reporting Standards). En el presente, los ESRS están en proceso de revisión porque tienen amplio espacio de interpretación.

¿Opinión de aseguramiento es sinónimo de dictamen de verificación?

[SAMUEL MANTILLA] Como expresión conceptual y como práctica profesional, el dictamen de verificación corresponde a un pasado ya lejano. La opinión de aseguramiento es el presente y el futuro más inmediato. Sin embargo, en la Unión Europea, por efecto, entre otras cosas, de la Corporate Sustainability Reporting Directive (CSRD) desde la perspectiva legal (derecho comunitario) significan exactamente lo mismo y en muchos casos requieran una buena dosis de interpretación jurídica.

Esta confusión no ayuda a nivel internacional y tampoco en las fronteras locales, menos cuando un sector de la profesión contable sigue aferrándose al pasado (conservadurismo) y otro intenta avanzar en un entorno de negocios cada vez más competitivo y exigente.

Doble materialidad: financiera y del impacto

[SAMUEL MANTILLA] Este es el tercer artículo en el cual hago referencia a la doble materialidad (financiera y del impacto). El primero de ellos analizó las perspectivas conceptual, legal y regulatoria. El segundo cubrió la valoración mejorada de la doble materialidad mediante la medición y valuación del impacto.

En este se miran los contenidos del IFRS S1 y del IFRS S2 en lo que tiene que ver con la posibilidad de que a partir de éstos se empleen los conceptos de la doble materialidad.

No hay una referencia expresa a las Pymes, pero de hecho cubre a éstas en la medida en que se incorporen a la cadena de valor de las entidades grandes ya sea por su condición de subordinadas, negocios conjuntos, distribuidoras, proveedoras, etc. Las Pymes, por lo tanto, tendrán que implementar las orientaciones (e interpretaciones) de las entidades más grandes que las incorporen.

Doble materialidad: financiera y del impacto

[SAMUEL MANTILLA] El requerimiento de valoración de la doble materialidad es un hecho, principalmente en la Unión Europea, y se está implementando con metodologías concretas según los distintos enfoques de consultoría.

En el presente, la metodología que muestra más fortaleza y efectividad es la que integra las Valoraciones tradicionales de la doble materialidad (DMA = Double Materiality Assessments) con la Medición y valuación del impacto (IMV = Impact Measurement and Valuation).

En otras palabras, un mejoramiento de las DMA mediante la integración de la IMV para medir cuantitativamente, en términos monetarios, los impactos económicos, ambientales y sociales. Este enfoque tiene la intención de reducir la subjetividad mediante proporcionar métricas objetivas, transparentes y comparables.

Los entornos contables no están muy familiarizados con esto y al repetir las definiciones tradicionales de la materialidad financiera (contenidos en los ESRS y en los Estándares IFRS de Sostenibilidad) ‘dejan a un lado’ lo concerniente a la materialidad del impacto.

Ciertamente para entender cómo se integran estos dos tipos de materialidad la clave está en el entendimiento de la cadena de valor, que se está convirtiendo en un imperativo también para los entornos contables.

¿IFRS-S o ESRS?

[SAMUEL MANTILLA] Han sido emitidos los primeros dos IFRS-S (IFRS Sustainability Disclosure Standards) y el primer conjunto compuesto por doce ESRS (European Sustainability Reporting Standards).
En la ‘carrera’ hacia la implementación, los IFRS-S se han decantado por los Estándares de SASB (recientemente revisados), mientras que los ESRS se están inclinando por los Estándares de GRI.
Los ESRS están tomando ventajas competitivas importantes frente a los IFRS-S.
Una de ellas se deriva del nuevo contexto de impactos, riesgos y oportunidades en la cadena de valor, el cual se expresa en términos de doble materialidad (materialidad del impacto y materialidad financiera). La sola materialidad financiera no es suficiente. Ello está generando diferencias importantes.
En entornos hispanohablantes se surge un cambio clave que pocos están atendiendo: materialidad no es importancia relativa.